El maligno

Patricia tomó el teléfono, le temblaban las manos y el corazón parecía un zumbido en los oídos, apenas podía ver los números por las lágrimas contenidas en los ojos, estaba marcando al 911, la calmada voz de la operadora logró que su mente saliera por unos minutos del lugar y tartamudeando solamente pudo decir. – Están todos muertos -.

Treinta minutos después llegaron al domicilio 3 patrullas; la horrorosa escena incluía a Patricia en una esquina del cuarto abrazando sus piernas con las manos cubiertas de sangre, 3 jóvenes colgados del cuello con las vísceras fuera y un mensaje extraño en las paredes hecho al parecer con sangre. El detective Danoit llegó a  la escena cuando los oficiales intentaban retirar por la fuerza a la joven que no dejaba de gritar; a los ojos de Denoit Patricia parecía una joven realmente indefensa, pelirroja, de un metro y medio de estatura, se podría decir que escuálida, no entendía porque les costaba tanto trabajo retirarla del lugar y decidió acercarse a ayudar. Tomó a Patricia del brazo mientras luchaba histérica para zafarse, le extrañó la fuerza con la que se retorcía evitando que entre 4 oficiales la sometieran, finalmente llegó un médico acercando una jeringa a su cuello, el efecto no fue inmediato, pero al intentar resistirse solo acercó su boca al oído del detective diciendo, -el maligno ha vuelto-.

 

Deja un comentario